ROMANCE DEL DUERO
Río Duero, río Duero,
nadie a acompañarte baja,
nadie se detiene a oír
tu eterna estrofa de agua.
Indiferente o cobarde
la ciudad vuelve la espalda.
No quiere ver en tu espejo
su muralla desdentada.
Tú, viejo Duero, sonríes
entre tus barbas de plata,
moliendo con tus romances
las cosechas mal logradas.
Y entre los santos de piedra
y los álamos de magia
pasas llevando en tus ondas
palabras de amor, palabras.
Quien pudiera como tú,
a la vez quieto y en marcha,
cantar siempre el mismo verso
pero con distinta agua.
Río Duero, río Duero,
nadie a estar contigo baja,
ya nadie quiere atender
tu eterna estrofa olvidada,
sino los enamorados
que preguntan por sus almas
y siembran en tus espumas
palabras de amor, palabras.
Comentario del poema:
En este poema, el poeta canta de forma sencilla, tierna y emocionada al río Duero, que pasa por su ciudad, Soria. Quiere transmitirnos tristeza y nostalgia porque parece que la ciudad vive de espaldas al río y que no baja nadie a contemplarlo ni a disfrutar de su belleza. Quiere exaltar la soledad del río a pesar de la proximidad a la ciudad como por ejemplo en la estrofa 6 que dice, estrofa olvidada, refiriéndose al río como que ya está olvidado. En la última estrofa, nombra a los enamorados como las únicas personas que bajan a sus orillas, y nos viene a decir que el amor es eterno como el río pero a la vez es efímero por las diferentes parejas que van pasando a lo largo de la vida. Utiliza diferentes metáforas para destacar las cualidades del río como por ejemplo en la primera estrofa que dice, tu eterna estrofa de agua, como que el río es eterno, o en la segunda estrofa donde compara el río con un espejo donde en él se refleja todo, o en la quinta estrofa que dice, quieto y en marcha, que quiere decir que el río siempre está ahí moviéndose constantemente, aunque el agua nunca es la misma. Para finalizar, son versos octosílabos, de rima asonante en los pares dejando libres los demás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario